miércoles, 19 de noviembre de 2008
Más que de un lugar soy yo
No existe un solo lugar para mi cuerpo
donde este esqueleto mío diseminado,
no haya extendido sus dimensiones
hasta los límites del Universo:
más que de un lugar es este cuerpo mío.
Estoy en el rocío de los botones naciendo
a la hora en que el Sol despierta
a este mundo nuestro;
y en las nubes que danzan con el viento;
soy del Sol , su sombra, para los sedientos;
los ríos son mi casa y los puertos;
habito en la distancia de unos brazos abiertos;
cobijan la lunas las latitudes de mi cuerpo;
coloreado y roto bajo otros cielos.
En las canciones y versos de algún
poeta muerto ... me encuentro;
y en la dulzura del poema nuevo,
también me hospedo.
Más que de un lugar escondido
bajo la piel de mi cuerpo,
sangra caliente todo mi esqueleto.
Soy de las lápidas olvidadas
en algún cementerio;
y de los papalotes sus hilos
para que alcancen el cielo;
y el brillo de los ojos tristes del viejo
que se quedaron ciegos,
porque se les acabó el tiempo.
Estoy en los enfermos esperando
la noche de los días, para su encuentro;
y en las pupilas infantiles
que se quedaron sin la magia
de sus cuentos;
y en los cuerpos jóvenes que se fueron
a destiempo,
y la tierra les ha robado su savia y
les ha carcomido sus sueños;
y en los altares oliendo a Padre Nuestro;
y en las maldiciones y en los silencios;
y en los himnos de gloria de cada pueblo ...
¡ Cómo quisiera que todo esto fuera
cierto !
Pero... los versos me quedan grandes
y mi cuerpo es : ¡ demasiado pequeño !
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