Con mi isla bajo la piel duermo, despierto, amanezco.
lunes, 17 de noviembre de 2008
El milagro
Septiembre, mi avecilla sin vuelo, en estertores de muerte yace entre mis dedos; una plegaria en llanto sube hasta el cielo y en la mejilla se posa un lucero de puro cristal de cuarzo. El ave bate sus alas, se va y vuelve a refugiarse entre mis brazos.
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