viernes, 7 de noviembre de 2008

AUSENCIA



Un día cualquiera mi lengua

renunciará a tu nombre,

mis pupilas te borrarán

de sus convites de luz,

mis venas olvidarán

el calor de tu sangre,

mis labios sellarán

los besos de tus litigios:

¡ Te lo aviso!

El silencio romperá

tus espacios y los míos,

se me olvidará tu olor

y la sombra a mi espalda

marchitará los rosales.

Te va a doler la pérdida

de mi letanía caliente.

Ya lo sabes, no te asomes

al pozo de mi recuerdo

para entonces sembrado

con la etiqueta de ausencia.

Sí que vas a extrañarme,

eso no te lo aviso:

¡ Lo adivino!

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