domingo, 30 de noviembre de 2008
Autoflagelación
Voy a desvestirme de PIEL
para cubrirme por dentro.
Con los jirones de mi cuerpo,
la ansiedad febril de mi sed,
las desgarraduras dolientes,
de este corazón sangrante
y la emancipación del pensamiento,
tejeré:
¡ Corona de espinas en el sentimiento !
¡ Aleluya por la sangre de mis heridas
que anunciará la Era Cero para mi tiempo !
Y por todas las heridas que he abierto
sobre las latitudes de mi cuerpo;
descenderá, rojo, ardiente y violento,
un milenio de sufrimientos.
Para restañar las huellas
de cada uno de mis lamentos,
brotará por cada surco abierto
el polvo calcinado de mis huesos
y un rosal de amores me brotará en los dedos,
ya para siempre soberanos en mi nuevo cuerpo.
Y el corazón retomará su ritmo:
primero lento y después, galopando brioso,
olvidará que a látigo puro se levantó
de entre los muertos.
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