miércoles, 11 de enero de 2012

Se nos rompió el amor




Los ojos no se avergüenzan
ante el rocío desvestido,
la boca rompe en olas de besos
contra las lindes del tiempo;
no se desnuda el cuerpo
porque lo enmudece el eclipse
que una vez, inventando el fin del mundo,
la sangre presagió en masacre.
Perdura el llanto, los labios murieron de sed
y un esqueleto exhibe las marcas
de la Luna en cada serenata.
Ya no hay ventanas,cerradas o abiertas
repiten historias pasadas.
Una resina amarga ahuyenta a las abejas
y entre las tablas, una niña ladra.

CUMBRES


Se hacen noche  las huellas
en su huida hasta las cumbres,
se descalzan en sombras
por cada grito que alcanzan.
Huellas , sombras, silencios.
Sangran los pies.
Enlutecen los ojos.
Llueve en la garganta.
Sobre la cortina de esta página
no se descubre ni una palabra.
A veces la pluma mata.

Jamás se sabrá


Duelen las estaciones
en el calendario de la piel,
los imperceptibles pasos
clavan las huellas como garras
y en el centro del pecho
construyen un nido de años
     - vacío escondrijo-
     - repleto anuario-
donde se cobijan soles y lunas
tormentas y calmas.
Nunca se sabrá hasta dónde
alcanza el peso de los años
o hasta donde no llega la luz de los ojos
para escudriñar entre el escondrijo
virgen que atesora en miel
el cuarzo autóctono de las lágrimas.