Me estoy guardando una piel

Me estoy guardando una piel
para que resista todos los vientos;
soberana y fuerte piel,
vestidura para mis huesos.
Me fui quedando desnuda
del vestido de mi cuerpo;
poniendo la rosa de mi piel
para detener el tiempo.
Pétalo a pétalo y sin remedio
la flor se fue deshojando.
¡ Pobre rosa de mi piel,
en la aridez de mi tiempo !
Rara piel de mi cuerpo
entre batallas... naciendo.
Mi piel nueva soñando
cómo tejerme un vestido,
y yo, cómo parirle un nido
para seguirla guardando.
Me está naciendo una piel
sobre el cuerpo desangrado;
pensé, rosa fuerte ha de ser,
pero se está desmayando.
¡ Qué fuertes huesos los míos,
sotén de un cuerpo desvalido !
¡ Y sigo alfombrando el nido,
cuna nueva para mi piel !