miércoles, 17 de diciembre de 2008
DOLOR COMPARTIDO
Para mi mami Lucía, que
cuando llora por mí,
más que con lágrimas, me
humedece en rocío.
SED DE ABRIGO
Dolores hay
repartidos,
compartidos
divididos.
Desgarraduras matan
lacerantes
permanentes
profundas;
pero no hay dolor tan infinito
como aquel compartido
cuando una madre
se destroza en llanto
por el llanto contenido
abrasador en el silencio
devastador en el grito
dentellada desde el vientre
y que todos llaman hijo.
_ No llores, madre, me lastimas.
_ ¿ Qué otra cosa puedo hacer
hija mía? La lágrima no cuesta
tanto y al compartirla contigo,
siento que seco un poco tus ojos
con la humedad de los míos.
_¡ Abrázame, madre, llora conmigo!
¡ Qué tibio está tu seno
y cuánto de hielo tiene el mío!
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