Amanece la
almohada deshecha
y las brujas estrujan las plumas
en búsqueda
del maleficio.
La niña
desde el rincón de la alcoba
besa la boca
sin labios de la muñeca rota.
Las arañas
desde sus mugres se afanan en la cena.
Esta será
otra noche de hambre compartido.
Las lágrimas
limpiarán los harapos
Y en las iglesias las señoras donarán su virtud.
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