lunes, 21 de septiembre de 2009

TIEMPO DE ROSAS



(A mi madre Lucía)

Dicen que florece
solamente con el rocío
de los ojos…
Dices que las estaciones
enmudecen con su alegría…
Dice que es flor de cada día
perfumando con su aliento…
Decimos (con optimismo)
que no se atreve el viento
a sustituirla de su corola …
DIGO… que el día le regala
las mejores galas
para pintar de luces y colores
la dimensión de su estirpe.
Eso digo y más me callo:
Las cicatrices que apenas
la sostienen al tallo
y el algodón de las sienes
y las grietas de su desierto
y la quietud de su algarabía
y beso las huellas del destrozo
allí donde nace cada pétalo
y digo que en mi sed
por una gota de dulzura
tímida lágrima de soledad
libaron mis labios.
¡Tristes labios míos
sin nido, ni abrigo, ni miel!

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