La raíz taladra el alma de la tierra
obviando la savia lágrima de la piedra.
La roca le
ofrenda una grieta
y se rompe el alma para que florezca
en perfume la presunción .
Los transeúntes maldicen la ruptura del color.
La tierra agradecida le enjuaga las plantas
Y les regala
sombra para cubrir su ingratitud.
1 comentario:
Con gran placer visité tus espacios
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