He sabido que me sueñas todavía.
Me lo han dicho la copa del pino
que sembramos juntos
y que ha vislumbrado el mar
y el polvo de la rosa fundida
y tu mirada inquisitiva
y mi suspiro al despertar.
Me gusta que me sueñes;
¡Pero cómo adoraría
besarte cuando duermes!
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