En el lugar de siempre
donde las piedras soportan el piar de la cañada
están guardados tu nombre y el mío.
Permanecen fieles a la promesa
del beso de nuestras manos.
La piedra fue más estoica:
Tú no viniste.
donde las piedras soportan el piar de la cañada
están guardados tu nombre y el mío.
Permanecen fieles a la promesa
del beso de nuestras manos.
La piedra fue más estoica:
Tú no viniste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario