lunes, 14 de diciembre de 2009

Parábola del beso


Entre el árbol y la Estrella
la distancia se torna de ausencia,
es solamente medir la carencia
desde la copa hasta el brillo.
Una estela de lágrima alcanza el infinito
que desciende hasta la palma de la mano
como un suspiro de amor.
El huracán y el fuego
son el pretexto para fundir
el Universo en el hueco de la almohada.
El huracán no sabe
del suspiro frío
que adormece en medio del fuego.
El sortilegio deviene
en sortear el camino
desde la raíz del árbol
hasta el vórtice del huracán
y en prevenir a la Estrella
del devaste del fuego.
Ambas cimas se besan
en la humedad de la boca.
Entre el árbol y la Estrella: El beso
reduce al huracán en fuego.
Es simplemente la sabiduría del Amor.

martes, 1 de diciembre de 2009

Milagros de luz


I

Tus ojos son estrellas
iluminando los días y las noches.
Relampaguean cuando los miro
y de colores pintan el Universo.

II

Tos ojos de cenizas
no recuerdan el rescoldo.
Se tornan de asombro
ante el milagro de la luz.

III

Me está doliendo el Sol.

Libertad


Los espejos son dueños
de todos los fantasmas;
Las ventanas son libres
para despertar a las mañanas.
El corazón es el amo
de los fantasmas y de las mañanas.
La libertad no acepta
los destierros de la verdad.

Opciones


En el pecho me caben
todas las penas del mundo.
El mundo no soportaría
todas las penas de mi pecho.
Por ello sepulto mi pecho
en la profundidad del mundo
y le dejo un margen
para arrojar al espacio
el resto de mi esqueleto.

No hace falta


Prescindo del mar y del cielo
para beber el azul;
No necesito de la sangre
para llenar mis venas;
Niego al alba
para que amanezca;
Obvio al sol
para calentar mis huesos;
No hace falta el aire
para respirar;
Me olvido de la vida
para vivir:
Me basta con un abrazo.
El resto es fantasía.