lunes, 29 de diciembre de 2008

Silencio en las pupilas


De acero es el eco del silencio,
se fragua en el yunque del pecho
- único escudo del guerrero -
la espuela de las pupilas.
Lacera, sangra, canta …
en los ijares del Tiempo.

El faro (óleo sobre espuma)



Sobre la espuma blanca y rizada de la playa hubo lluvia de claveles rojos; los corales de nácar se agruparon en estrella y recortado en el azul intenso de un cielo marinero, cuando bajó la marea, se irguió imponente un monumento calcáreo. Entonces los pinceles recrearon en el lienzo el perenne flamear de una bandera ya para siempre el sudario glorioso de los héroes de la patria.Y sucedió que subió la marea, cubrió de cristales de ola el vitral y se iluminó el faro sobre la arena de la playa.

SIN



Sin cielo mío para cobijar mi andar,
Sin techo propio para descansar,
Sin brazos amigos para abrazar,
Sin suelo firma para pisar;
Sin corazón dentro del pecho
Porque sin percibirlo siquiera
De darlo por amor, entero,
Dejé que muriera;
Sin casi nada estoy viviendo.
Pero… sin cielo,
Ni techo,
Ni suelo,
Ni brazos,
Ni corazón entero:
Me brotaron entre los dedos rosas
Cuando una vieja enferma y ajena
Me acarició las manos por quimera
Y sonriendo enajenada me llamó mariposa.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Historia de amor tardío


- No puedo creer que estés aquí a mi lado.
- Tampoco yo. Apoya tu cabeza sobre mi hombro.
- Te prometí que solo tú abrirías el cofre.
- ¿ Pero de verdad esperaste todo este tiempo ?
- Te lo prometí. ¿ Recuerdas por qué nos separamos ?
- Seguro. Fue por lo del cofre.
- Me dijiste que te buscara cuando me decidiera.
- ¿ Y ahora ?
- ¿ No estoy aquí ?
- ¿ Tienes idea del tiempo transcurrido ? Es una vida.
- Bien que lo sé.
- ¿ Cuarenta años ?
- No, treinta y ocho. Ahora estoy aquí.
- Entonces yo tenía treinta años.
- Y la llave.
- Yo tenía el cofre.
- ¿ Fue por lo del cofre que nos separamos ?
- Fue por lo del cofre.
- Ahora estamos aquí.
- Sí, estamos aquí.
- Temo decirte algo.
- ¿ Qué ?
- ¿ No pensaste que quizás haya perdido la llave ?
- ¿Y tú no pensaste que quizás el cofre ya fuera un arcón ?
- Lo pensé. Apoya tu cabeza sobre mi hombro.
- Estoy temblando.
- Yo también.

El espejo roto


Un día quise mirar la vida
y lo hice a través del espejo.
Miré de las cosas el reflejo
y restañé en silencio cada herida.
Descubrí que la imagen más dolida
no era la que ofrecía el espejo,
pues de mirar hondo en el reflejo
supe entonces de penas escondidas.
Un miedo interior veló mi vista
y con fuerza oculta destrocé el espejo
y desapareció al instante la imagen fatalista.
De nuevo miro la vida frente al reflejo
y se han multiplicado las penas ante mi vista
como grietas tantas tiene el espejo.

Epigramas desnudos



( 1)

Imaginado

Te he bebido
en un beso:
y no estás.
Te he absorbido
en un deseo:
y no estás.
Embriaguez
de tus olores
he sentido:
y no estás.
Despierta no
te he tenido:
y en sueños
has sido mío
Desmiento
a los descreídos
porque sin verte,
ni rozarte,
ni conocerte:
¡ Yo he dormido
contigo !


(2)

Eternidad

¿ Quién ha dicho que te has ido ?
¿ Cuándo has partido ?
¡ Bébeme en un beso !
¡Ya mío es el Universo !

(3)

Sed

Cuando se agote el agua
voy a saciar mi sed
en la humedad de tu boca.

(4)

Capilla ardiente

Por estar abrazada
a tu cuerpo
firmaría gustosa
cadena perpetua;
y por abrasarme
en tu pecho:
pena de muerte.


(5)

LUMBRE

No temas que se apague el Sol;
en la tibieza de mis muslos
no morirás de frío.

(6)

ETERNIDAD

Te reto a que desafíes el tiempo:
Roza mi mano con la tuya
y ya verás si no se detiene.

Gentil bribón


Estás en todas partes,
eres gentil de corazones.
Te embriagas por tus pasiones
y eres bribón en qué artes.
Gentil bribón de corazones y en artes
que impulsan tus desafíos.
Eres tú, Bribón mío,
refugio inminente y estandarte.
Eres Bribón gentil
y de Gentil eres bribón.
Caballero eres y de puro feliz, gentil;
y de historias nuevas un surtidor, bribón.
Adoro tus gentilezas.
Tiemblo por tus bribonadas.
Bribón gentil de musas traviesas,
gentil Bribón que no reclinas la espada.
Descubre tus sutilezas.
Deslumbra con bribonadas.
Sabes, Bribón, con gentilezas,
borrar todas las bribonadas.
Gentil y nada bribón,
bribón y todo Gentil.
Eres un perfecto bribón.
¡ Gentil !

Hay una princesa



¿ Quién dijo que el estrado
de mi soberano está vacío ?
¿ Quién se atreve a comentar
que el sillón está solo y el cetro frío ?
¿ Quién murmura por entre rejas
que el reino está mustio, sombrío ?
Mienten los que dicen.
Se equivocan los que comentan.
Deliran los que murmuran.
En el estrado hay un silloncito
y el cetro está tibio, tibiecito.
Campanas de risa y cascabeles de cariño
tañen al viento de los pasillos.
¡ Hay una princesa
haciendo pininos !

Poema sin nombre



Cuando tú te marchas
no dices adiós.
Hasta pronto;
ahorita vuelvo;
hasta después.
Hasta pronto es espera.
Ahorita vuelvo no lo es más.
Hasta después... es la eternidad.
El hasta pronto soporto,
el ahorita vuelvo es un poquito más,
el hasta después es asombro.
Hasta cuándo no lo digas,
tus despedidas son mi eternidad.

martes, 23 de diciembre de 2008

Mi mejor sueño


Para mi hijo Alex.

Este sueño no es robado
Es puro sueño en mi regazo.
Estandarte de bronce peregrino
En desafío constante a los molinos.
Lleva palomas en la frente
dibujadas en lirio candente.
Cazador de ensueños perdidos
Sueña y canta con sus latidos.
Teje pañales de pura ternura
Con las manos de su aventura.
Y desteje todas sus aventuras
Con la inocencia de su ternura.
Niño grande entre mis manos
Eres de mis sueños, el más amado.

Historia de amor en un solo acto



_ Te amo.
_Yo también.
_ ¿Te dije que te amo?
_ Lo dijiste.
_¡ Te amo!
_ ¿Eh?
_ ¿ Estás sintiendo que te amo?
_ ¿ Y tú te percatas que te tengo entre mis brazos?
_ ¡ Cuánto te amo!
Los haces tibios del sol descubrieron los cuerpos fundidos sobre las sábanas húmedas y tímidas, testigos del insomne entreacto.

ALEXANDER


Mi mejor sueño no robado
Mejor sueño no robado
Sueño no robado
No robado
Robado, ¡ NO !
¡ SOÑADO !

domingo, 21 de diciembre de 2008

RAPSODIA DEL BESO


"Para quererte a ti,
yo no necesito que tú me quieras;
yo te encuentro en cada sonrisa
que me da la primavera;
yo te busco en todo lo bueno
que me da la vida;
y siempre te encuentro;
aunque tú no me quieras.
Te encuentro en el dolor y en el llanto,
estás conmigo en cada nuevo milagro
que la vida generosa pone a mi lado.
No importa que tú no me quieras,
con el cariño mío se cubre tu Universo,
con una lágrima algún día,
y siempre, siempre, con cientos de besos".
- Pero, madre, si yo te quiero...
"Eso ya lo sabía; pero de todas formas
te digo que para querete a ti
yo no necesito que tú me quieras.
De la brisa que viene del monte,
del aleteo de un pájaro preso,
del colibrí que en su nido se esconde,
yo recibo,
aunque tú no lo sepas:
tus besos.

TENGO MIEDO

Tengo miedo de perderte
porque te pierdas.
Temo a que no pueda verte
porque tú no quieras.
Tengo miedo de la noche
porque no sé qué me traerá el día.
Temo a que tu vida la derroches
porque has perdido tu guía.
Tiemblo porque te quiero
y por eso tengo miedo.
Tengo miedo porque te quiero.
El miedo es por no verte,
por quererte,
por perderte.
El miedo es porque no me veas;
porque no me quieras,
porque te pierdas.
El miedo es porque no me quieras.
De temer tanto tengo miedo.
Temo tanto porque te quiero.
Tengo miedo,
me muero.
Tiemblo,
temo por lo que he tenido,
por perderte,
por quererte:
¡Ya te he perdido!

SOY


Soy como un ave presa
que sus alas la vida cortó.
Soy un montecito de arena
que las lágrimas vertidas
a la roca frágil arrancó.
Soy pasión contenida
que palpita en mi universo,
me doy tanto, que hasta la vida
diera por un beso.
Soy un poco de niños
y un poco de viejos,
amo todo lo que escribo,
amo la poesía y amo el verso.
Por templo tengo el cielo
y el amor es mi religión.
Envidia solo de las estrellas siento;
mi penitencia: el dolor.
Soy de arena, de sal y de viento,
soy rocío, nube y tempestad.
Soy silencio.
Soy soledad.
Y yo que tanto amo
y que de amor carezco,
no he podido con mis manos
modelar el sabor de un beso.
Soy... el alma, lo confieso

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Sueños robados

Sueños robados
en complicidad
con la noche
se encienden
desde las sienes
hasta la humildad
de los huesos.
Cristales de agua
son los espejos
donde se miran
serenas las violetas.
En oquedad perdida
se guarda la Luna
para refugio de los poetas.
Prestan paz a las pupilas
las aves dormidas
en los aleros ajenos
y en los propios, porque
se roban los sueños;
pero no los aguaceros.
Despojos de amor tardío
duermen entre copas llenas
y rosas encendidas.
Amores se lleva el río,
como luces, al morir el día.
Despacio los amantes tejen
sueños y niños,
aletean las campanas
del pueblo robado,
cristal en la memoria.
Invento en lo que creo,
que más da,
si son robados los sueños
y expían sus culpas en
estos versos ajenos
que me regalo dormida
y despierta los devuelvo.
¿ Que me quedo con nada?
¡ Incierto!

AMOR


¿ Sabes por qué?
La rosa sin rocío, ¿ qué es?
La lluvia sin el viento
y la nube, ¿ qué es?
La noche sin tinieblas, ¿ qué es?
_ Hojarasca seca sin olor.
_ Manantial estéril.
_ Suelo virgen sin germinar.
_ Un pedazo del día que no tiene edad.
¿ Qué le falta a todo?
¿ Amor?
Ese es el por qué.

COMO LA MAREA


Se desnuda de espumas el alma
si es que baja la marea
en la calma de cada Luna.
Visibles las oquedades
exhiben sin malicia
las impúdicas huellas
que la violencia del mar
desfloró en complicidad
alevosa con la arena.
La marea indiscreta asombra
arrancando los secretos
de las lágrimas escondidas
en las caracolas violetas.
Se desvisten las vergüenzas
de las penas de la vida
y ya no importa si tiembla
o se desmaya la ausencia
que del refugio de espumas
ha quedado descubierta.
Cuando suba la marea
se pintará la cara de azul
el alma; pero muerta.

Con este poema participo en el primer Concurso de Poesía de Heptagrama

REVERSO


El espejo me ha devuelto
un cráneo desnudo y
unas cuencas vacías.
Esta tarde habrá, sin remedio,
un homicidio de cristal.

DOLOR COMPARTIDO


Para mi mami Lucía, que
cuando llora por mí,
más que con lágrimas, me
humedece en rocío.

SED DE ABRIGO

Dolores hay
repartidos,
compartidos
divididos.
Desgarraduras matan
lacerantes
permanentes
profundas;
pero no hay dolor tan infinito
como aquel compartido
cuando una madre
se destroza en llanto
por el llanto contenido
abrasador en el silencio
devastador en el grito
dentellada desde el vientre
y que todos llaman hijo.
_ No llores, madre, me lastimas.
_ ¿ Qué otra cosa puedo hacer
hija mía? La lágrima no cuesta
tanto y al compartirla contigo,
siento que seco un poco tus ojos
con la humedad de los míos.
_¡ Abrázame, madre, llora conmigo!
¡ Qué tibio está tu seno
y cuánto de hielo tiene el mío!

El regalo


_ Hijo, te regalo aquella Estrella.
_ Está muy alta, madre, no llegarás hasta ella.
_ Deja que te bese la frente.
_¿ Qué magia tienes, madre, que hiciste
bajar esa estrella para colocarla en mi frente?
_ Aquí tienes otras para que juegues con ellas.
_ ¿ Dónde, madre?
_ Inclina tu cabeza en mi pecho.
_ ¡ Madre, cómo cantan tus estrellas!

AL ESTE DEL SOL Y AL OESTE DE LA LUNA


Hay un corazón repartido
en cada pauta de los caminos.
Si toma rumbo al sur
se pierde en sus locuras.
El norte devastado
le cerca las aventuras.
Un corazón sin rumbo
ha perdido los caminos
y se desgasta moribundo
en latitudes de olvido.
Tras la huella del este
el oeste le brindó abrigo
y le descalzó de amigos
los brazos fríos e inertes.
Al este equivocado del Sol
y al oeste incierto de la Luna
el corazón sin latidos de raíces
levantó una carpa nómada
en la huella sin nombre
de algún efímero eclipse.
Allí palidece de miedo
mientras adivina la espera
de colgarse a la cara del astro
donde más tibio amanezca.

DISTANCIA



Se pierden en la ausencia
las guardarrayas de miel
-borrachas cinturas de mujer-
mientras destilan su esencia.
Provocan las palmas enhiestas
cabalgar sabanas enteras
y perderse sin sombrero
en los amaneceres de enero.
Cala los huesos este diluvio
agujereando cada poro de piel.
Araña el alma la nostalgia
el fuego de la memoria,
escapa la lluvia vengadora
y muere de sed la ausencia.
No hay distancia de espera
para esta lluvia de Estrella.
¡ Piérdanse, ojos míos,
tras la espuma de gloria
libérrima, de mis arenas!

En las lunas de tus manos


Para mi esposo, siempre.

La primavera deshizo
lazos blancos de inocencia
en lirios rojos entre tus manos ajenas
y orgía de flores en la cintura breve
y colgó claveles, jazmines y niños.
¡ Eran violentas las rosas
cabalgando en estampida
y en tropel candente
violentando las espinas!
Los veranos, tantos, incendiaron
las almohadas y la vida,
cada siega cercenó en aridez
los madrigales y las heridas,
inocentes y amadas florecieron
miles de rosas peregrinas
tierra y carne, generosas, gestaron
a los desiertos desde cada semilla,
se rebelaron los veranos en desnudez
y ganaron batallas, no guerras, perdidas.
En la cuarta estación del décimo otoño
la tibieza de tus manos, ya conocidas,
calaron en cada Luna de mi orilla;
fundidas y plácidas aguardan
quién sabe cuántos inviernos
que restan de la hoguera de la vida.

martes, 9 de diciembre de 2008

Rompimiento

Lo que resta de mi tiempo, yo me lo quedo;
me lo bebo a sorbos lentos;
voy a degustarlo a plenitud y sin pretextos.
Cien años me desgastaron por dentro,
platearon mis sienes y mutilaron
mis anhelos más auténticos
con vil ensañamiento.
Por eso ahora mi ego pongo a cubierto
y voy a lustrar con fuego
el oro oculto que me quema el cuerpo.
Me convertí en pigmeo de los sentimientos;
cerré mis ojos ante todo lo bello;
hundí mi rostro entre los recuerdos
y desgarré con lágrimas la almohada de mis sueños.
La vorágine del desamor hizo nidos
en cada poro de mi surtidor;
Los laberintos torcidos del engaño alevoso
abrieron heridas en lo profundo de mi corazón.
Descendí a la zona franca de mi desatino
y ante la magnificencia de la creación
llenaba mis ojos con la grandeza de Dios.
Me sentí grano de arena de frente al mar
sin ver el horizonte;
muñeca rota detrás de una ventana
esperando la caricia del viento;
sobre los hombros pequeños, el cielo,
náufrago de la naturaleza buscando
el límite del universo;
incomprendiendo lo irreversible
que es el tiempo
y la maquinaria perfecta y diabólica,
que suele ser el cerebro;
achicada, desmembrada ante la inmensidad
de los propios sentimientos;
acariciando la majestuosidad del Sol
que calentará hasta después de muerto;
éxtasis desenfrenado de lo bello y
pensando en Dios: el desconcierto.
¿Y el ego ? Escondido, casi muerto,
tímido por el renuedo.
Y me consolaba con plañideros conformismos
de la humildad y el respeto.
Entonces... una luz de allá dentro,
arcoiris cegadores... aire;
y se te ensancha el pecho;
los mares no son infinitos,
navegando sobre ellos se hacen caminos;
el viento tiene sentido y si tú quieres,
en sus direcciones sopla el olvido
el cielo sin límites puede surcarse
y no es desconocido;
la vida comienza y termina : se asume el reto.
Hay otros mundos más allá del nuestro,
el tiempo sin reverso lo estrujas, juegas con él
y le arrancas sus secretos;
ya no piensas que es corta la vida,
amas, construyes, destruyes ...
y el espíritu te salva de morir en el olvido.
Inhalas la luz del universo
y te recorre los pulmones de la tierra
que tierra eres, sin remedio.
Miserias desangradas al estoicismo sin vanidad;
y la fe; y cobijar al mundo sin límites entre el
calor de los dedos y alentarlo con el fuego del corazón y la sabiduría que te brinda el sortilegio del desamor; ese, el que me desangró el cuello y sin darme cuenta, la sangre por el llanto se me escapó;
y la confianza en ensueño se transformó. Palidez cadavérica del desangrado... ¡ Y sigo amando al matador !
El cristal de las pupilas se ha ensombrecido;
pero desde las tinieblas tomo venganza
y me apropio de mi tiempo,
y me lo llevo,
y me lo quedo,
sin pretextos.
Así pagará con creces lo que de mí se llevó
y cualquier tiempo nuevo
me devolverá con luces
la soberanía de mi recobrado amor.
Este es mi tiempo;
me lo quedo,
me lo llevo,
y me lo bebo completo.
¡ Salud, que se salve el desamor !

Necesidad


Necesito bien poco de la vida para ser feliz.
Un rayo de la Luna o de Sol para mí son suficientes;
si ya alumbró o brilló para ti;
y si además iluminaron tu frente.
Tu mirada esquiva y la palabra que miente;
la intranquilidad de tu espíritu y tus sueños rebeldes:
no los necesito.
No necesito tu cabalgadura inconstante, insegura;
cuando sé que no conduce a ningún lugar tu cabalgadura;
pero los sueños limpios de bienestar y cordura;
tu lanza ardiente, tu empuje tempestuoso;
el torbellino violento de tu audacia y tu ternura:
sí los necesito.
Necesito tu brazo fuerte asido al madero de la vida,
sin que tiemble un segundo porque sabe a qué se atiene,
tu alma incauta y tus sueños más profundos,
también los necesito, como tú los necesitas.
Necesito que los genes poderosos de la inocencia
se abran al mundo de una nueva vida y que en ella,
algo te recuerde todo lo que en la vida se necesita.
Frío, soberbio y vanidoso: no te necesito.
Te necesito sobrio, vehemente y sencillo
con el corazón bien abierto para el que te da cariño.
Triunfante, gozoso y feliz: te necesito.
No te necesito vencido, pesimista, ni angustiado.
Me sirve tu alegría, tu mente despierta y enardecida,
necesito tu risa, tu confianza infinita en la vida.
Que la mujer que ames sea vacía, tribial y enajenada:
no lo necesito.
Que tu amante sea talismán, hilo de Ariadna,
compañera inseparable en el ancho camino:
sí lo necesito.
Que no me necesites: lo necesito;
y si me necesitas algún día,
que sea de la misma forma
en que yo te necesito.

METAMORFOSIS


Si se me humedecen las fuentes
cada vez que me rozas,
si siento que del suelo estéril brotan rosas
y el tiempo se detiene solo con verte;
si una copla dispersa moja mi boca
cada vez que el aire me huele a tu nombre;
descubro en los olores de mi piel:
Que eres mi hombre.
Pero si la ternura huye de mis manos
y cuando me rozas me recorre un frío ...
¿ A dónde se llevó el aire el mundo que amamos ?
¿ A dónde la fuente arrastró el amor mío ?

ORFANDAD



Voy a quererte ahora y ahorita y después;
y hoy y mañana y pasado mañana;
y cada día y cada semana,
y el primer día y dentro de un mes.
Voy a quererte siempre y todavía;
y en el momento y en el momento después;
y cerca o lejos o juntos o separados;
o tarde o temprano.
Voy a quererte en esta y en otra vida;
en este y en otros tiempos también;
dentro de un siglo o de un milenio;
en el primero y el último día de tus huesos
y en el polvo de su desnudez.
Te lo digo a diario y tú,
que no sabes de cariños, ni de tiempos:
¡ Simplemente los postergas para ayer !

sábado, 6 de diciembre de 2008

PEQUEÑECES



1
Invenciones

Creo signos de letras
y yo imagino que los veo.
Son estigmas de los versos
cuando se suicidan los espejos.

2
Fuego en tu nombre

Arde mi boca cuando
Rozas mi piel
Desnuda de rosas
Entre tu boca.

RAICES


Soy de allá de donde el viento
pone música en los palmares
y a las espigas de los cañaverales
el sol las pinta de cuento.
Allá el mar no es violento,
seduce y besa las playas;
tapizando las guardarrayas
los romerillos juntan sus manos
y se escucha el eco del río,
cantando un punto cubano.

viernes, 5 de diciembre de 2008

DECISIONES


"Las mejores decisiones son aquellas
en que al alma le pesa menos lo que
deja, que lo que le espera".

Esto han leído mis ojos
no sé cuándo,
no sé dónde;
pero le he dicho a mi alma:
¡ Responde !
¿ Qué dejas ?
¿ Cuánto te pesa ?
( Sé sincera )
" Dejo mis raíces
en lo más profundo del suelo;
las solitarias y oscuras
callejas de mi pueblo,
que se llenaban de gente y de luces
sólo con el cruce de mi cuerpo;
se me quedan mis presencias
en lo más interno del pecho.
Dejo un caudal ancho
de abrazos y de besos;
se me quedan lejos los verdaderos afectos
y desdibujados en la distancia,
se disuelven, como los sueños;
pesa en oro la seguridad
de mi lecho,
y la de mi techo,
y la alegría de mis encuentros;
y los amaneceres de gloria
tañendo bajo mi cielo;
y los bancos del parque
testigos de mi primer beso
y los cantares de enero;
y los tambores bullangueros...
Me pesa el torrente de miel
bajando por mi cuerpo
y que lo dejo;
y las risas de los niños
alborotando mis cabellos;
¡ y mi vida entera
es atrás lo que dejo !
Entonces mi alma no duda:
Le pesan tanto las cosas
que dejo,
que no es posible sustituirlas
por las que espero.

Parto sin dolor


Cuando mi verso encadena versos;
sobre el yunque de mi cuerpo
se funden los nuevos versos;
cuando mi pluma sangra
mi prosa le presta el pañuelo,
y así se van salvando los versos
en su camino azaroso
desde la flor hasta el fuego
y desde la luz... al Universo.
Cuando el látigo inclemente
de mi verso se abre paso,
la pluma, sierva de mis versos,
se subleva;
rompe las cadenas de sus brazos,
se aferra a la letra con espanto;
y yo... entre suspiros y llanto:
Recogiendo todos los pedazos
de la cadena de mis versos
para marcarlos con letras,
que más que letras:
son jirones del alma,
que se rompieron en el parto.

Fiebre de caballos



Fiebre de caballos sudan mis textos,
sobre crines febriles flotan al viento.
Son corceles con el ardor por dentro
devorando el pasto del desconcierto.
Cabalgan ... sobre los lomos rebeldes
se sujetan y se esparcen violentos,
luego descienden lentos hasta el suelo
y allí se funden como lágrima y pañuelo.
¡ Encabritados versos entre agua y fuego !
Como potros salvajes mis textos embisten,
poco valen mis versos; pero resisten,
son jinetes con el pecho descubierto,
son textos de nada, de todo.. .¡ textos !
rídiculos textos, inmunes, enhiestos,
a veces tímidos textos inciertos
que sudan estrellas, como los caballos
la fiebre después del bestial esfuerzo.
En estos textos febriles cuánto de cierto,
cuánto de sueño de lo que no existe,
salvajes los versos llegan, persisten,
arrasan y después desaparecen; pero
estos ripios del alma que me invento
se empeñan en competir con el viento
y se niegan a que los anule, se resisten
y al corazón seducen con su inocencia.
Los consiento y les dejo la puerta abierta
y ya no importa si galopan o vuelan,
para escapar sobre estos potros
los jinetes desnudos no portan espuelas.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

HUELLAS


Para mi hermano, en la distancia.

El año nuevo te amanece
bajo otros cielos despierto
y en la orgía de tus sueños
un mundo nuevo te crece.
Tejes con lágrimas anudadas
escalas de vértigo placentero,
para cada centímetro de distancia
la montaña finita de tu regreso.
Y tú empuñas el escudo
de lágrimas en la garganta
para librar la batalla
de la nostalgia del mundo.
Y cuando el tiempo se oculte
en lugar de la noche plena,
entonces, seguro amanece
bajo la sábana del monte:
tu tierra.
Tu equipaje de abordo
habrá perdido talla y peso,
importa apenas el costo
de las estrellas en el pecho
si tú te guardas las huellas.
Cuando nos encontremos
con las pupilas del alma
ambos podremos leerlas.
Regresa el equipaje de sueños
encarecido en la jornada
mucho más ligera la espalda
pero pesado entonces el pecho.


7 de enero de 2007

Los códigos del silencio



En los surcos abiertos de la tierra
sembré mi sudor
mi sangre
mi llanto...
Por los pies descalzos y rudos
me ascendió, como a las fuentes el agua,
un surtidor de silencios.
Por los poros de mi piel,
el torrente de mis venas
y el manantial claro de mis ojos,
la tierra agradecida desde su seno
me devolvió con creces
los silencios del Universo:
Yo, hollando en sus heridas,
ella, poniendo su otra mejilla
y revelándome los códigos silentes
de la cara oculta de mis versos.

Abrazo mágico


Cuando voy de tu brazo
la calle estrena alfombra
y florecen bajo mi paso
los adoquines, en aurora.
Cuando me llevas del brazo
el aire inclina el sombrero,
abanica con lirios mi cuerpo
y despeina mi alma en el abrazo.
Desata el viento los lazos
del traje de mi cariño;
danza mi alma y deliro
sujeta al hierro del brazo
del abrazo al que me ciño.
Desafío al tiempo perdido
en la fragilidad de mi ocaso
si tu caminas conmigo,
si me columpian tus brazos.
Se desordena el regazo,
susurran nanas olvidadas,
la calle baja incendiada
por las laderas de tu abrazo:
Si tú caminas conmigo.
Si me sostiene tu brazo.

Desde tu enero


Para mi prima Ire, la
eterna muchacha con
la piel oliendo a versos.

Cuando naciste poeta
enero escribió los versos
de su mejor poema,
cuando estrenó el concierto
para celebrar los cantos
en la aurora de tus manos,
sumó para el calendario
todos los cuentos de enero.
Naces en cada estreno
entre recuerdos, versos y cantos;
regalas años al verso y cantas
los cuentos de tu aniversario.
Cumples años desde los versos
y celebras como cuentos los años,
le restas años a tus eneros
y vuelves a nacer hecha verso.
¡ Brindo por ti, eterno enero,
con la copa de tu mejor verso !

Entre la esquina y mi almohada



En una esquina de mi pueblo
-por lejana sin tejado -
hago cita con el recuerdo
y es quimera lo que hago.
Aletean sobre mi frente
los amigos del pasado y
los sueños truncados y
los pies cantando descalzos y
la lluvia dibujando los pasos y
los amores deshojando labios y
la mochila rosa sobre el regazo y
las caderas danzando y
los niños arrojando guijarros y
las vecinas murmurando y
los tambores cimbrando y
las rosas besando tallos y
las pupilas contando astros...
Y me pierdo soñando
con el rocío sobre la cara:
entre la esquina y mi canto
hay un abismo: la almohada.

martes, 2 de diciembre de 2008

Sueño impúdico



En secreta complicidad con la renuncia
la alevosía inocente se esconderá bajo la piel;
desgarrará la carne y por los surcos abiertos
se desangrará el amor; clamará a dentelladas
la negación hipócrita que los labios
nombran olvido.
Fragmentos del concilio desencadenarán aludes en descenso níveo
contenido en quimera;
amanecido, bajo los párpados cerrados
tu cuerpo sera mi abrigo y no sabrás nunca
que me he bebido tu sombra porque
al despertar sedienta degustaré con culpa
la ambrosía del tiempo perdido y tú ...
no estarás conmigo.
Será la violación sin mácula la promesa
de un pacto infringido;
en la boca retozará el olvido
y en la vertiente de la sangre
habrá rebelión de besos prohibidos.
El sueño impúdico guardará el secreto
suscrito en público y el pacto roto
aparecerá completo.
Absolutamente nadie descubrirá
la falsificación del documento
tan solo visible en el polo izquierdo
que queda de lo que fue mi cuerpo.

ORO AZUL



A Carmen, simplemente hermana,
porque un monumento a la ternura
no se modela con palabras.

Te estoy debiendo uno de mis muertos,
para pagarte no basta una muda de piel,
la ternura taladra hasta los huesos
y me viste el alma de puro clavel.
Hiciste tuyos a mis muertos
y libraste la batalla de las lágrimas
como si mis lances inciertos
fueran escudo en la encrucijada.
Caricia del aire en lontananza
fueron tus manos colmadas de paz,
caldearon el frío de la distancia
y a mi tiempo sin brújula
pusieron compás.
Te quedaste con mi muerto
y lo sembraste con el llanto
y con el mirto.
¿Y este monumento de lirios
es apenas lo que te ofrezco?
Y si me atrevo a darte las gracias
se sonroja el azul de tu piel,
un beso tibio susurra “ por nada ”…
Y entonces me pregunto:
¿ De qué oro azul está hecho tu ser ?

CANTOS Y SILENCIOS


Hay cosecha de cantos
muriendo en cada silencio.
Hay siembra de silencios
naciendo en todos los cantos.
Canto.
Callo.
Si se acallaran los cantos
morirían los silencios.
Hay silencios que van gritando
en la lengua mutilada de los cantos
aullidos sordos de labios cercenados.
¡ Callo !
Canto de silencios blancos
en el eco ambarino de la distancia
convocan a la lluvia en la ventana
y a la risa y a los sueños y al canto.
¡ Canto !
Son cuerdas tensadas las venas
gritando, soñando, cantando ...
¡ Canto !
En el sepulcro del silencio
vitorean los cantos.
Por la victoria del canto
se inmolan los silencios.
¡ Canto !

Fijación del tiempo


Pobre segundo de un minuto
atrapado en la hora de un día,
apenas una fracción de la semana
en el mes del año de la fecha
en un breve instante de la vida.
Es un franco desafío a la categoría
Universal del paso del tiempo
ese marco viejo atrapando
la epopeya de una fotografía.

lunes, 1 de diciembre de 2008

ALTRUISMO


Con el cuerpo seco, desde la arena,
me compadezco del temblor del mar
bajo el cielo y al margen de la tierra.
¡ Pobre mar, con tanto miedo del azul !
Me seduce el alma la espuma,
la sal limpia mi piel y restaña
las heridas con besos de miel
escondidos entre caracoles.
El pensamiento vuela con las nubes
y hay confesión del alma con el Sol.
El cuerpo húmedo y ligero
regresa a las lindes mientras
el aire juguetea con la piel.
Sigue convulsionando el mar
sacudiendo el centro de la Tierra.
¡ Pobre mar que se quedó con mis penas
y mi cuerpo desnudo aún tiembla !

Y desde entonces los poetas poblaron la Tierra


Andan murmurando que a la noche
le ha salido manchas y que el mar
se ha bebido todo el cielo.
¿ Qué culpa tienen las estrellas ?
¿ Cuál es el pecado del azul ?
Rumores andan que los amantes
perdieron sus labios y están
estrenando cinturas nuevas.
¿ Qué culpa tienen los besos ?
¿ Qué de malo hay en una entrega ?
Y se comenta que la inocencia
se desnudó junto a la fuente
y se lavó la cara en el manantial
y cubrió su desnudez con el Sol.
¿ Qué culpa tiene el fuego
de parecerse a un verso ?
¿ Qué culpa tiene el poeta
de inventarse el Universo
y que lo tilden de cuerdo ?
Andan diciendo que la cordura
ha perdido la cabeza.
¿ Qué culpa tienen los locos
si no se puede vivir sin poetas ?
Y dicen que los versos
vuelan por ahí sueltos
poniendo cola a los cometas.
¡ Ay, poetas !

Flores muertas sobre la almohada


Entre los visillos azules
que resguardan la ventana
el sol hurta los espacios
y en haces tibios golpea la cara.
Se deshacen las flores del sueño,
se desparraman muertas sobre la almohada
y el corazón sangrante aún por la puñalada,
callado, enfurecido, ultrajado,
anuncia al compás de ritmo apagado
el maratón descalzo para la jornada.
Bajo los párpados cerrados
las flores del sueño, muertas, se desgranan;
como las palomas,
como los rizos,
como las nubes,
como la música:
¡Todo acaba !
La pupila hiere a la luz,
el cerebro enfurecido se irriga de la mañana;
y sacude del cuerpo las plumas
que durante la noche, la garra de las lágrimas,
le desprendió a la almohada.
¡ Así despierta del olvido del sueño
el que ha dormido lejos de la Patria !